Tras su estreno en Broadway y Londres, llega a España ‘Ghost, el musical’
14 Jul 2019
Desde: 26 de Sep de 2019
Hasta: 03 de May de 2020
Madrid
Musical
Horario: Martes a jueves 20:30 h. Viernes y sábados 18:00 y 21:30 h. Domingos 18:00 horas MARTES, DÍA DEL ESPECTADOR. El día 12 de febrero no habrá función
135 min
Una inigualable historia de suspenso y fantasía romántica que no te dejará indiferente que conmovió a toda una generación.
Tras su estreno en Broadway y en Londres, llega a Madrid el musical de la exitosa película protagonizada en su día por Patrick Swayze, Demi Moore y Whoopi Goldberg resucitándola casi una treintena después en forma de musical. La historia de un hombre enamorado que regresa del más allá para proteger a su mujer volverá con entre canciones (que se estrenó en Londres en 2010.
Los encargados de la letra y la música son Dave Stewart (de Eurythimics) y Glen Ballard, mientras que el guionista de la película original Bruce Joel Rubin, que ganó el Oscar por este trabajo, fue el encargado de adaptar la historia a las tablas.
Bruce Joel Rubin
Federico Bellone
Tomatelón
organizerLets go
Cristina Llorente, Roger Berruezo, Christian Sánchez y Ela Ruiz
Dave Stewart y Glen Ballard
Por Susana R. Sousa
Miguel
Lo mejor de todo, el fantasma del vagón de metro, que es impresionante: el mejor con diferencia de todo el elenco. Deberían explotar más las muchas virtudes de ese actor. La protagonista es una chica muy dulce y que canta muy bien, como corresponde al personaje. La pitonisa Oda Mae hay momentos en que está espectacular y muy divertida. Los personajes secundarios cumplen bien.
El más flojo, en mi opinión, es el protagonista, Sam, que se equivocó varias veces en el texto, que es un actor no muy convincente y que tuvo algunos desafinados evidentes.
La puesta en escena es extraordinaria, aunque los decorados se tambaleen cada vez que se cierra una puerta. La iluminación y lo demás, muy bien también.
Pero lo que estropea definitivamente la obra, creo, es el sonido: no es que esté alto, es que es estridente, provoca hasta dolor de cabeza y arruina intervenciones brillantes como la primera aparición de la pitonisa Oda Mae. El teatro no es muy grande, por lo que no se justifica un volumen semejante. La incomodidad por esta causa era un comentario común en los que estaban a nuestro alrededor. Y precisamente, los momentos más tenues de sonido eran los que más se disfrutaban, porque se podía entender lo que decían los actores. Así que, por resumir, bien o muy bien casi todo, y mal muy mal el sonido… La pena es que esta crítica no sirva para nada, porque he leído ya muchas que denuncian esta estridencia y parece que no han hecho mucha mella en los encargados del sonido.