Desde: 12 de Apr de 2018
Hasta: 29 de Apr de 2018
Nao d’amores regresa a La Abadía con una reflexión sobre la noción y la unidad de Europa
Hasta aquel momento, Europa se había identificado con una entidad geográfica caracterizada por tener un vínculo espiritual común: el cristianismo.
Como otros muchos humanistas, como Erasmo o Vives, también Laguna se espanta de la guerra perpetua de los países occidentales -por motivos políticos y religiosos-, y emite este lamento casi desesperado como un intento último de lograr inculcar en los príncipes cristianos la conciencia de unidad religiosa. Pero la llamada de Laguna a la pax christiana no sólo tiene un fundamento religioso, sino que en ella ya se entrevé una idea de cultura.
Por encima de las diferencias políticas, por encima de las discrepancias, debe insistirse con fuerza en la base común que iguala a todos los habitantes de Europa. Es así como, en el trasfondo del discurso, podemos llegar a adivinar ya una cierta idea de Europa que sobrepasa lo meramente geográfico, que trasciende lo puramente cristiano, y que empieza a asentarse en el concepto de civilización.
El discurso de Andrés Laguna constituye hoy una vía privilegiada para reflexionar sobre la noción de Europa. Este legado, de base eminentemente humanista, permite superar las oposiciones confesionales y sugiere un ideario que inaugura el concepto moderno de Europa.
La compañía Nao d’amores, desde su compromiso con el presente y su confianza en el valor de la historia para transformar sociedades, devuelve el discurso de Laguna al espacio para el que fue concebido, el de la palabra hablada.
En un espacio revestido de negro -un ambiente de luto-, Laguna (Juan Meseguer) actuará como autor y ejecutor del discurso, pero no se conformará con presentarse a sí mismo frente al auditorio, sino que opta por entregarse a todo un ejercicio de ficción dramática. Él mismo se transmuta en Europa para, a través de una sorprendente propuesta dramatúrgica, dialogar consigo mismo. Andrés Laguna y Europa se interpelan, e interactúan ante un destinatario común, un gran elenco de príncipes y doctísimos varones, que hoy se transforman en nuestro público contemporáneo. Un complejo juego escénico en el que las identidades y las épocas se cruzan. Ayer y hoy, nosotros somos espectadores de esta declamación, pero al mismo tiempo todos somos Andrés Laguna, y todos somos Europa.
A través de un riguroso acercamiento documental, Nao d’amores ha construido un espectáculo que, presentado por un conferenciante que en escena ubicará el material textual en su contexto histórico y filosófico, se articula en torno a la representación de un actor y dos músicos que rescatarán la teatralidad e imágenes que subyacen bajo las palabras de Andrés Laguna.
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Ana Zamora
Ana Zamora
Juan Meseguer, Eva Jornet e Isabel Zamora
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