‘Esperando a Godot, una tragicomedia que no habla de nada y lo dice todo

La gran sátira que encumbró a Samuel Beckett vuelve a las tablas, en esta ocasión de la mano del director Antonio Simón. La obra se estrenó por primera vez en París en 1953 y desde entonces no ha dejado de representarse.

‘Esperando a Godot’ está dividida en dos actos. Vladimir y Estragon, dos hombres que parecen ser vagabundos, llegan a un lugar junto a un camino, al lado de un árbol, para esperar la llegada de Godot. Pasan el tiempo conversando y discutiendo. Pronto les interrumpe la llegada de Pozzo, un hombre cruel pero lírico que afirma ser el dueño de la tierra donde se encuentran, junto con su criado Lucky. Pozzo se sienta para darse un festín de pollo y tira los huesos a los dos vagabundos.

Los personajes que esperan a Godot, se mueven entre la desesperanza o el desengaño y toda la obra sugiere una crítica a la sociedad, tocando temas tan sustanciales como la libertad.