Alfonso Sastre nos plantea su particular viaje a una posible Tercera Guerra Mundial en la obra ‘Escuadra hacia la muerte’ en el  Teatro María Guerrero. Partiendo del conflicto de Chechenia, en 1994, un fotógrafo anónimo captura una imagen que no tardaría en dar la vuelta al mundo: un soldado ruso tocando un viejo piano abandonado en el bosque. Esta instantánea muestra y esconde a la vez los terribles contrastes de los conflictos bélicos y, por ende, de los seres humanos.

Según explica su director, Paco Azorín, esta obra nos pone frente a los temas fundamentales de la literatura de todos los tiempos: el sentido de la existencia, el determinismo de nuestra conducta, el peso de la culpa, la jerarquía, la existencia o no de Dios, y así sucesivamente hasta recorrer todo el ideario de un convulso siglo XX, que todavía está dando sus últimos coletazos.

El miedo del ser humano

El ser humano es, por definición, miedoso. Merece la pena recordar que, al final de la oscura Edad Media, el gran poeta italiano Petrarca se quejaba en sus cartas al Papa de la miseria moral del mundo que le había tocado vivir. Llegó incluso a decir que la humanidad tenía contados sus días; unas décadas más tarde llegaría el Renacimiento y, con él, la medida de lo humano sobre todas las cosas.

Por todo ello, ‘Escuadra hacia la muerte‘ es un texto atemporal que refleja la oscuridad del ser humano y los enemigos que todos tenemos dentro.

Los actores Jan Cornet, Unax Ugalde, Iván Hermes, Carlos Martos, Agus Ruiz y Julián Villagrán forman parte de esta ‘Escuadra hacia la muerte’, que se sitúa en uno de esos momentos bisagras de la historia, en donde un universo que acaba– eminentemente masculino en la obra de Sastre– da paso a otro nuevo que comienza.