El día en el que va a tener lugar el estreno más importante de su vida, el papel que ha estado persiguiendo con ahínco, una actriz entra en su ‘Camerino nº5’. Mientras se prepara para la función va repasando su vida artística, interpretando escenas de los grandes papeles a los que hasta ahora ha dado vida.

En un ejercicio de interpretación actoral, pasarán ante nuestros ojos los grandes hitos históricos de la escena; desde el principio del teatro occidental hasta finales del siglo XIX (la acción transcurre a principios del siglo XX, exactamente en 1.917): Shakespeare, Lope de Vega, Moliére, Schiller, Goldoni, Wilde, Ibsen, Chéjov; y algunas de sus grandes creaciones de personajes, como Electra, Lady Macbeth, Puck, Julieta, Marco Antonio, Laurencia, Belisa, Elmira, María Estuardo, Mirandolina, Gundelinda, Nora y Sonia; protagonistas todas ellas de obras insignes (Electra, Macbeth, El sueño de una noche de verano, Romeo y Julieta, Julio César, Fuenteovejuna, Los melindres de Belisa, Tartufo, El misántropo, María Estuardo, La posadera, La importancia de llamarse Ernesto, Casa de muñecas y Tío Vania).

Pero el trasfondo de la función nos lleva a entender que los sueños de la gente pueden ser reales, aunque sólo estén en nuestra cabeza. Pues esa idea y la ilusión de su consecución nos hará vivir luchando por una meta tal vez inalcanzable, pero que dará sentido a nuestra existencia. El logro de un fin está definido por el empeño que pongamos en ello, aunque durante su realización nos despierten innumerables veces.