Hoy hemos asistido al pase gráfico y rueda de prensa de André y Dorine de Kulunka Teatro, especialistas en teatro de máscaras sin diálogo que ya va por su cuarta temporada y ha cosechado innumerables premios en su recorrido por más de 25 países. Por otro lado la compañía ha aprovechado para recordar que estrenará su segundo montaje, Solitudes el 13 de octubre.

A pesar de la ausencia total de diálogo, la obra resulta extraordinaria expresiva, transmitiendo al espectador un torbellino de emociones que nos recuerda una vez más la majestuosidad del teatro.

Un pequeño salón hace de escenario a la rutinaria vida de una pareja de anciano, que no son otros que André y Dorine, cuya vida ha dado un vuelco desde que ella tiene alzheimer. Sin embargo, su director ha hecho hincapié en la rueda de prensa en el hecho de que la obra para nada se centra en la enfermedad en sí, si no que cuenta mucho más allá.

«la historia está basado de algún modo en una paradoja, ya que no se centra en la parte negativa de la enfermedad. Lo que se pretende contar es que gracias a la enfermedad estos personajes se encuentran y se redescubren. Recuerdan por qué son como son y por qué decidieron unir sus vidas […] nuestra mayor aportación que hacemos es que intentamos contar historias con una dramaturgia más o menos convencional y clásica», señalaba Iñaki Rikarte, director del montaje.

La compañía destacó también la importancia de la música a lo largo de la obra, que hace que se convierta en un personaje más en esta enternecedora historia con toques de humor que provoca un torrente emocional en la respuesta del público.

Del 27 de septiembre al 8 de octubre se podrá disfrutar en la Sala Guirau del Fernán Gómez en Madrid.