‘Pudor’, entre la picardía, el erotismo y el humor
22/06/2017
Mayelit Valera Arvelo
La sala está a tope, todos en sus asientos y una voz en off nos invita a “dejarnos llevar” por lo que viene a continuación en la escena, que nos olvidemos de la cotidianidad y seamos libres de reírnos junto a un par de actores maravillosos que protagonizan la obra ‘Pudor’, que se está presentando en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara, con textos de José Carrillo, Elena Lombao y Silvia de Pé, quien también actúa y dirige la pieza con ingenio y maestría particular.
En el centro del escenario una mesa, con un mantel rojo, varios accesorios y dos sillas. Entra el actor Ricardo Reguera a la sala con una maleta, junto a él la actriz Silvia de Pé, con ellos comenzamos un viaje por la literatura erótica, una aventura por un espectáculo de porno – risa, como ellos lo han definido, un paseo de diversión a través del sexo, el placer, la exitación, el orgasmo, las relaciones de pareja y la pasión.
Ellos inquietos nos desnudan con las palabras, nos siguen con sus miradas traviesas, y así nos conquistan con “seda” o nos hacen volar con “latex”. Un espectáculo encantador que se pasea por la sexualidad con creatividad e ingenio; causando carcajadas y explosiones de risas con sus confesiones. Y en cuestiones de minutos estos dos actores protagonizan diferentes historias, solo cambiándose de gafas, colocando un pequeño atuendo en la ropa o simplemente con la actitud.
Son diferentes sketches, unos más perspicaces que otros, pero todos conquistan nuetra atención. Así transcurren 80 minutos de risas curiosas, frente a unos actores que se las traen. La puesta en escena no tiene muchos movimientos, la mayor parte del tiempo están sentados frente a su público, levantándose solo lo necesario. Con esta receta logran la proeza de mantenernos ahí rendidos a sus pies, siguiéndolos a cada momento, con cada acción que hacen, manejando la comedia a su antojo.
Sentados en la mesa van pasando las páginas de sus libretos, para no perderse de nada. Por momento nos bombardean con infinidad de palabras para provocar sensaciones, jugando con la lujuria y la pasión. También coquetean con los asistentes al romper la cuarta pared y hacerlos partícipe de sus aventuras amorosas. Ahí sentados bailan, se empujan, se besan, se encuentran, se estrujan, se hablan. A veces ella “descontroladita o rimbombante”, él convertido en vaquero o en un adolescente en busca de placer.
Ella es un volcán con su cabellera naranja y sus rizos rebeldes, a los cuales a veces peina, despeina, recoge, suelta o los transforma. Con su mirada nos intimida, cambia de gafas para sus personajes y con su forma de hablar los catapulta. Un trabajo maravilloso, con autenticidad y talento, que muestra su veratilidad en las tablas. Siempre lista para la acción, nos seduce con palabras.
Él no se queda atrás, comienza con un personaje tímido para luego crecer de manera impresionante y transformarse en diferentes hombres, desde el más débil al más fuerte, desde el homosexual al chico joven que busca aventuras por internet. Es así como ambos se complementan, se fusionan, cargados de vigor para no dar respiro a la sala, quienes los acompañarán en todo su viaje con el mismo disfrute con el que ellos actúan. Un montaje jocoso donde todos nos divertimos “dejándonos llevar” como ellos nos recomendaron.
Silvia
Hola Mayelit. Muchas gracias por esta crítica impresionante! Soy la actriz y directora y me ha emocionado mucho. Solo comentarte que hay un error, el actor que viste es Jose Carrillo, para que puedas corregirlo.
Muchísimas gracias!!