‘Otro sueño de una noche de verano’, una comedia musical que celebra el amor y el disfrute de la vida

En la pequeña sala Lola Membrives del Teatro Lara, a veces suceden cosas extraordinarias. “Otro sueño de una noche de verano” es una de ellas.

Shakespeare escribió “Sueño de una noche de verano” en el siglo XVI rompiendo las convenciones sociales de la época y Manuel Luna, siguiendo su estela, se atreve con una adaptación por la que uno de sus personajes, Puck, pide disculpas a final de la función. Ignoro si el público que ha visto “Otro sueño de una noche de verano” ha necesitado tales disculpas, yo, particularmente, no las necesito.

Puck (Carla Pulpón) es, además, uno de los personajes que más me entusiasman. Su interpretación es impecable, convirtiéndose en protagonista de la trama debido al enredo que provoca. Puck, el fauno enamorado de Apolo (Gorka Lozano) que confunde al humano sobre el que debe derramar el néctar de la flor que hechiza. Debido a ello, Lisandro (Bastián Iglesias), antes enamorado de Hermia (Heliya Senhav) cae rendido a los pies de Demetrio (Manuel Luna) y ambos protagonizan algunas de las escenas más divertidas de la función.

Hermia, enamorada de Lisandro, ha estado a punto de morir a manos de su propio padre, Egeo (Juan Reguilón) por rechazar al pretendiente que éste tenía para él y que no era otro que el petulante Demetrio. Sin embargo, Teseo (Xavi Lapuente), regala veinticuatro horas para que el padre, los amantes y el pretendiente se pongan de acuerdo. Para terminar de liar la trama, aparece Helena (Patty Sway), la dama que pierde la cabeza por Demetrio y que está dispuesta a cualquier cosa por conseguir su amor.

Por su parte, el bello y promiscuo Apolo y la virgen Artemisa, diosa de los animales (Lydia Gervás), hermanos por parte de padre, protagonizan su propio enredo, debido también al néctar de la flor que porta el fauno. Ambos fabulosos en su papel de dioses del Olimpo con toda la eternidad por delante para dormir, comer, disfrutar de los placeres carnales (sobre todo Apolo) y jugar con los humanos.

Estamos ante una comedia provocadora con un ritmo frenético sin ser disperso y un juego actoral magnífico. Además, hay que resaltar el gran trabajo de vestuario y maquillaje y, por supuesto, no podemos olvidar la música. El acompañamiento en directo de Gonzalo de la Vega y la mezcla de estilos de forma tan arriesgada, pop, sevillanas, canciones melosas, la convierten en una obra cautivadora que celebra la vida, la magia y el amor sin ningún tipo de censura.

El 4 de julio, “Otro sueño de una noche de verano” se representará en la sala Cándido Lara, algo más grande que la Sala Lola Menbrives. No se la pierdan.