‘Moby Dick’, maravilloso montaje con “locura enloquecida”
28/02/2019
Mayelit Valera Arvelo
Los aplausos no se detienen. La emoción se siente en el ambiente. Tres actores se colman de elogios. Y es que el público está extasiado ante el maravilloso montaje del cual ha sido testigo, Moby Dick, en el Teatro La Latina, con un reparto encabezado por el gran actor Josep María Pou, quien deja la piel en el escenario con una extraordinaria interpretación.
Y es que Moby Dick es un espectáculo mágico, con una esencia y atmósfera impresionante, donde nos sumergimos en un mar profundo en busca de las adversidades, de esa ballena blanca que marcó la vida del capitán Ahab, la que un día le destrozó la pierna. Él no lo ha olvidado, y hasta la muerte la buscará. Su obsesión por encontrarla lo ciega, lo llena de coraje y lo hace perder la razón. Con una rival de esa magnitud, está claro quién ganará, sin embargo, él no se detiene.
Es así como la conocida novela de Herman Melville llega a las tablas gracias al texto de Juan Cavestany, quien hace una versión encantadora para el tamaño del reto, bajo la magistral dirección de Andrés Lima, quien se luce con una puesta en escena impecable, sublime, con una fuerza e ingenio que nos hipnotiza de principio a fin. Un montaje visceral que se impone. Realmente un privilegio para los amantes del teatro.
La actuación de Josep María Pou como el capitán Ahab nos deja atónitos. Él se transforma, se engrandece y con fuerza nos demuestra el gran actor que es. No cabe duda su pasión por el teatro, donde está celebrando 50 años de carrera. Lo acompañan en escena Jacob Torres y Oscar Kapoya, que ante semejante actor no se pueden quedar atrás y se ponen a la altura del compromiso. Una experiencia invaluable. Es así como conforman un trío espléndido. Fascinante.
La escenografía es una proa diseñada por Beatriz San Juan – responsable también del vestuario – donde nos embarcamos para la travesía, ya que nos invitan a ser parte de esa tripulación y ser testigos de la incansable búsqueda de Moby Dick. En el fondo del escenario una pantalla donde se proyectan imágenes, principalmente de olas que se escucharán durante la función, la creación del video es de Miguel Ángel Raió; la música original y espacio sonoro es de Jaume Manresa.
La iluminación también es clave en esta puesta en escena, el diseño es de Valentín Álvarez. Luces que nos mantienen envueltos en sus tonos oscuros para perdernos en ese interminable viaje por el mar, son largas noches donde Ahab nos mantiene súbditos de cada una de sus palabras. “Otra vez he vuelto a soñar con mi propia muerte”, repite el capitán, quien cuenta los días para volverse a encontrar con Moby Dick y saldar cuentas.
Son 90 minutos donde no sabemos realmente quién domina la escena, si Pou o el propio capitán Ahab, quien sostiene sus pasos con cada gota de sudor ayudado con su bastón. “No estoy loco, yo soy la locura enloquecida”, dice mientras camina con un trabajo corporal impecable y con la convicción de encontrar pronto a su víctima.
El joven actor Oscar Kapoya, quien interpreta a Pip, también realiza un trabajo físico que se aplaude, su cuerpo encorvado sigue fiel a su maestro, a quién admira y defiende: “Es un hombre raro. No habla mucho… Lo mordió una ballena blanca que le quito su pierna”, explica, tratando de hacerle entender al público el humor del capitán. A ellos se suma el trabajo de Jacob Torres, quien interpreta a Starbuck, quien comienza su recorrido desde lo más alto del barco y se suma al talento que se respira en las tablas.
Un trabajo penetrante, donde sentimos las heladas agua que atraviesa el barco Pequod para alcanzar lo deseado, su presa, Moby Dick. Y mientras llega el momento, el aclamado y premiado hombre de teatro se transforma en el enloquecido capitán Ahab, quien es tan punzante como su propio arpón, por eso cada noche vuelve a soñar con su muerte. Y es que “a menudo lo que no debemos pensar es lo que nos llama con insistencia”.
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