‘Había muchas mujeres de la generación del 27 que eran auténticas luchadoras por el derecho de la mujer; grandes intelectuales que han quedado como esa nebulosa y creo que merecían ser mencionadas en los libros de texto. Es parte de una generación muy potente. Me gusta la palabra ‘homenaje’ porque de alguna manera se extrae a la memoria de hoy algo olvidado’. Carolina Román.

Carolina Román es dramaturga, actriz, directora y productora. Puede que ya no necesite presentación, pero no podemos obviar su trayectoria antes de adentrarnos en su último montaje como directora. Es autora de ‘En construcción’, premiada como “Mejor obra” en la Feria Internacional de Teatro y Danza de Huesca, “Luciérnagas” texto que también dirigió, “Adentro” estrenada en 2015 en el Teatro María Guerrero,‘Río seguro’ de la que es autora y directora y ‘Juguetes rotos’ que ganó el primer puesto de la crítica y el público en el Teatro Español. Con cada uno de sus trabajos, Carolina Román ha ido afianzando su camino y desarrollando una mirada propia y muy particular.

‘María Teresa y el león’ es un texto escrito desde el amor y la memoria y llevado a escena por una majestuosa Susana Hornos. Después de ver la función, una no puede imaginarse a ninguna otra actriz dando voz a María Teresa León.

Con una puesta en escena dominada por el blanco inmaculado del escenario, del cabello y de las ropas que luce Susana, ‘María Teresa y el león’ narra algunas de las vivencias de una de las figuras más importantes de la Generación del 27. Una mujer que lo hizo casi todo, una escritora comprometida con el tiempo que le tocó vivir y enamorada de Rafael Alberti hasta dónde alcanzaba su alma. El texto recoge algunos de los momentos memorables de su vida, como aquél día de 1929 en que conoce a Alberti o aquél otro de 1936 en que dirigió el traslado de 64 cuadros del Museo del Prado a Valencia.

Susana Hornos, mecida por la música de Alejandro Pelayo, nos muestra las distintas María Teresa que ha reunido a través del ensayo, la emoción y la experiencia. Su interpretación está traspasada por una admiración que se manifiesta en cada uno de sus gestos. La conexión entre ambas mujeres sobrevuela la escena. No es solo que hayan vivido en la misma calle en Buenos Aires (como ha contado la actriz en alguna ocasión), ni que la actriz tenga como libro de cabecera ‘Memorias de la melancolía’, hay algo más.

El Alzheimer, el león, es el primero en salir a escena. Podemos verlo en el cuerpo y la mente de María Teresa, que, con dificultad, se acerca hasta el taburete (también blanco) que, momentos después, usa para descansar de una fiesta y revivir cómo conoció a Rafael. No se trata de una biografía de María Teresa, sino de un viaje íntimo desde el interior de su cabeza que, sin duda, hará que muchos de los que vean esta función quieran conocer más a esta mujer nacida en 1903. Quizás también sirva para que en los libros de texto comiencen a aparecer tantas y tantas mujeres que nos precedieron y que continúan en la penumbra. No es justo. El teatro es una buena forma de descubrirlas, pero no tendría que ser el único lugar donde podemos acceder a ellas.

Considero ‘María Teresa y el león’ una obra imprescindible, un montaje exquisito y cargado de una sensibilidad urgente en los tiempos que vivimos. Por eso les propongo que vayan a verla. Van a conocer a tres mujeres fascinantes.