La familia y el tiempo juntos, pero no revueltos en ‘El tiempo todo locura’
01/03/2020
Susana R. Sousa
En ‘El tiempo todo locura’ vamos a tener la oportunidad de vivir varias vidas, además de la nuestra, gracias a tres actores que dan rienda suelta a toda la comicidad que llevan dentro
‘Tengo el pleno convencimiento de que a través de las Artes Escénicas y la Comunicación Audiovisual se pueden articular y generar lugares de reflexión e interrelación que incidan de forma directa en la mejora de las calidades sociales de los seres humanos’. Félix Estaire
El título de la obra deja ya entre abierta la puerta a un juego: ‘El tiempo todo locura’. Un juego de palabras que da lugar a un juego actoral que, a su vez, hace estallar alguna que otra reflexión. Porque ese es uno de los propósito del teatro, aunque no siempre sea la intención del autor (una intención casi siempre confesable). Pero volvamos al título “El tiempo todo locura” ¿Acaso falta el presente de indicativo del verbo ‘ser’ y, en realidad, lo que el autor ha querido decir es ‘El tiempo es todo locura’. O quizás la palabra locura son en realidad dos palabras y no hay locura alguna sino ‘cura’.¿El tiempo todo lo cura? ¿El tiempo es todo locura? ¿Qué pasa con el tiempo en esta obra? Y por qué el autor, Félix Estaire, iba a decir una cosa cuando quiere decir otra. Qué quiso decir al titular su obra (la que se le ocurrió escribir un día que se despedía de su madre en el metro) El tiempo todo locura?
Viajar en el tiempo es una de las fantasías a las que más ha recurrido el ser humano a lo largo de su historia. También el ser humano creador, el artista, que no por artista es menos humano. Y no solo en un sentido metafísico o anclado en la ciencia ficción, sino de una forma casi diría, prosaica. Es decir, que todos nos hemos preguntado alguna vez “Qué hubiera pasado sí…” y hemos deseado volver atrás para cambiar algunas cosas de nuestro presente. Por no hablar de nuestra familia. ¿Quién no ha querido cambiar de familia alguna vez, solo sea por un rato? La familia. Los hermanos, las hermanas, la madre, el padre… Un grupo humano que da para elevar varias cometas de ideas al aire. Algunos cineastas han hecho de la familia el centro de su producción cinematográfica, también algunos dramaturgos. Me viene a la cabeza, no sé, Tolcachir o Chèjov. Pero también Félix Estaire que con “El tiempo todo locura” ha construido una obra en la que la familia y el tiempo van de la mano como protagonistas absolutos de la trama.
En escena, tres ‘hermanes’, uno de ellos, el mediano, tiene en su poder unas pastillas llamadas ‘Tiempoacepan’ con las que quien las toma puede instalarse en cualquier momento del pasado que desee. Y cambiarlo, si no para qué iba una a querer viajar en el tiempo. Esta especie de fantasía es solo una travesura del autor para hablarnos del tiempo y de las relaciones familiares. Tan complejas y primitivas al mismo tiempo. Silvia de Pe, Ángel Ruiz y Camila Viyuela nos adentran en el mundo de Estaire y lo convierten en el suyo propio en el momento en que interpretan sus múltiples vidas. Nos cuentan una historia que se despliega en otras tantas, gracias a las pastillas de marras, permitiéndonos ver a varios personajes dentro de cada personaje. Tres fantásticas interpretaciones, aunque reconozco que Ángel Ruiz me ha hechizado ya por siempre jamás.
Volver al pasado, cambiar un pequeño detalle y virar por completo el futuro. Volver de nuevo para intentar deshacer el agravio y entrar en un presente extraño. Volver y volver hasta ya no saber quién eres ni qué haces allí ni dónde es allí ni por qué tienes esa angustia golpeándote el pecho. Pero que no os engañe esta crónica, la obra es una comedia y os vais a reír de principio a fin, aunque al final es posible que se os escape alguna lágrima de emoción. Pero recordad que las lágrimas también son comedia y por eso ‘El tiempo todo locura’ es un texto tan abrazable, porque al final te deja una deliciosa impresión de loca familiaridad.
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