‘Gran Bolero’, bella y obstinada fuga hacia delante
06/04/2019
Susana R. Sousa
Estreno absoluto en Los Teatros del Canal con entradas agotadas. Tan solo tres días para ver la gran pieza coreografiada por Jesús Rubio Gamo con doce bailarines en escena. ‘Gran Bolero’ surge a partir de ‘Boléro’ con dos bailarines y la partitura de Ravel. Una pieza de 15 minutos que estaba llamada a convertirse en la producción más ambiciosa del coreógrafo madrileño.
El propio Jesús Rubio reconoce que ‘Boléro’ es una pieza “sobre la obstinación, sobre el límite entre lo ligero y lo grave, sobre el tránsito entre el placer y el agotamiento”. ‘Gran Bolero’ es una extensión de este límite, una puesta en escena del sacrificio y del placer, una celebración de la resistencia y de la alianza. Cuerpos y mentes, ciudades y pueblos, música y baile. Seis bailarines de Madrid y seis de Barcelona galopan sobre la melodía magnética de Ravel, en una pieza de 50 minutos que lleva la cadencia al extremo.
El escenario vacío, los pies descalzos, la ropa cómoda y el gesto sereno que va cambiando de forma según avanza la música, se tensa y suda el cuerpo, se relaja por momentos para volver a salir corriendo. Pasos largos, pisadas fuertes, giros delicados que requieren una contención casi lírica y la música que acompaña y se transforma con los cuerpos. ¿Quién sigue a quién? La interpretación de los bailarines es exquisita, así como su complicidad. En efecto, vemos obstinación en el movimiento. Jesús Rubio empuja a los bailarines hasta el límite de su resistencia en una fuga hacia adelante y sobre el escenario se va dibujando un mapa cargado de energía. Aquí es donde quien observa se vuelve un elemento más del espectáculo, porque sin sus ojos y oídos entusiastas la ingravidez coral se perdería.
Después de Madrid, ‘Gran Bolero’ viajará a Valencia, Barcelona, Cádiz, Bilbao y Roma. La acogida en Madrid ha sido espectacular, por lo que le auguramos igual suerte en el resto de ciudades.
“Con la música de Bolero, que es como un tren, un punto de fuga hacia delante, los bailarines llegan a un estado de cansancio en el que es necesario revisar las fuerzas para poder continuar, y este es el momento que me interesa y que en esta pieza puedo dilatar e investigar mejor. Al final lo que más me interesa es la transformación de los estados.” Jesús Rubio Gamo
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