En Crudo y en Directo Javier Gallego y James Rhodes, la resistencia
17/01/2019
Susana R. Sousa
Carne Cruda, el origen
El programa Carne Cruda comenzó a emitirse en 2009 en Radio 3 bajo la batuta de su ideólogo el periodista (poeta y músico) Javier Gallego Garrido, “Crudo” para los amigos y los enemigos. En 2012, con la llegada del PP al gobierno y a pesar de su éxito de audiencia, el programa fue eliminado de la parrilla de RNE alegando motivos “económicos”. Motivos que en seguida fueron desmentidos por Javier Gallego que demostró que el programa no salía caro, sino que, simplemente, no estaba en la línea ideológica del los nuevos gestores de la cadena. Ese mismo año, 2012, Carne Cruda recibió el Premio Ondas al mejor programa de radio. En 2013, el programa comenzó a emitirse en la Cadena Ser bajo el nombre de ‘Carne Cruda 2.0.’ y un año después, al no estar en sintonía con la cadena, volvió a mudarse de estudio. Y así, en septiembre de 2014, Carne Cruda se convierte en lo que es hoy: un programa independiente financiado por sus oyentes que se emite bajo el paraguas de eldiario.es. Este año, 2019, ha celebrado su décimo aniversario ya convertido en uno de los programas de radio más rigurosos e independientes del panorama actual.
No sé si el mundo es para los valientes, pero, desde luego, Carne Cruda y su equipo han demostrado que el mundo es para los resistentes. A pesar de todas las vicisitudes, Carne Cruda ha vuelto una y otra vez a las ondas, pasando por varias cadenas de radio y sin plegarse al ideario de ninguna. Lo maravilloso de Carne Cruda es que no tiene jefes que tapen la boca a su equipo y desde esa absoluta libertad pueden hablar de política, de sociedad, de cultura, de ciencia y de movimientos sociales con un coraje que no se escucha, ni se ve, en otros medios.
Desde sus inicios, se ha posicionado siempre a favor de los sin voz, ofreciendo su micro a movimientos sociales y artistas marginales. Gracias a periodistas como Javier Gallego, el 15M y las Mareas, entre otros movimientos, tuvieron un aliado firme. También lo es del feminismo y da prueba de ello constantemente con sus contenidos y entrevistas. Su posicionamiento a favor de políticas feministas reales es tan tenaz como necesaria es su presencia en las ondas.
Del estudio de radio al teatro
Pero no solo en las ondas, ya que, desde hace un tiempo, Carne Cruda se ha hecho de carne y hueso y se ha subido a las tablas de varios teatros para demostrar que también son capaces de hacer un show visual. Así ocurrió ayer 16 de enero en el Teatro Fígaro, donde asistimos a algo más de una hora de crudo y directo con Javier Gallego y su invitado especial el pianista James Rhodes.
Las entradas se agotaron días antes de la función y el teatro vibraba ante la posibilidad de un programa único en el que tuvimos la ocasión de escuchar las manos del prestigioso pianista. Javier Gallego, solo ante el peligro, hizo una brillante y emotiva presentación de James Rhodes, al que colmó de torreznos y croquetas para que se sintiera como en casa. Una casa en la que no podía faltar el piano, por supuesto, al que Rhodes se acercó en dos ocasiones para interpretar dos piezas. Una de ellas del músico que le salvó la vida: Bach.
Javier Gallego se interesó por la carrera musical del pianista, haciendo incapié en sus novelas “Fugas” e “Instrumental”, pero también por la vida que Rhodes lleva en España y por esa felicidad que emanan sus intervenciones en las redes sociales y en los medios. Felicidad que, en ocasiones, es criticada por los que no entienden nada. Una deliciosa charla que tocó temas delicados y dramáticos de la vida de Rhodes, su participación en acciones de denuncia contra los abusos sexuales en la infancia y su compromiso por poner en marcha medidas reales que la protejan.
No obstante, la charla también bordeó tonos cómicos y de reflexión, pues, como ya apuntó Javier Gallego en una ocasión, no hace falta ninguna excusa para charlar con James Rhodes. Su visión de la vida y de la música clásica son un soplo de aire fresco ante un mundo que a veces asfixia y que siempre parece estar a punto de desmoronarse.
Carlota
Buenas tardes;
Pude disfrutar de los maravillosos momentos que nos dejó Rodhes de la mano del fantástico presentador.
Una noche que deseé fuera más larga.
Maravillosa crítica.