‘El Médico’, un musical impresionante
12/12/2019
Mayelit Valera Arvelo
Un espectáculo impresionante, maravilloso por donde lo mires, con una belleza sin igual.
Había leído y escuchado sobre lo grandioso que era El Médico, el musical, pero verlo con tus propios ojos te deja atónito.
El reparto está genial, la orquesta suena a gloria con cada partitura y las voces son caricias para el alma. Con una puesta en escena brillante, que con solo recordarla te emociona. La historia es aleccionadora, se pasea por el conocimiento, la sabiduría, la superación, la religión y el poder, envuelto es una magia teatral que cautiva sin reparo.
La experiencia es gratificante para los amantes del teatro, la cual no tiene nada que envidiarles a los grandes musicales de amplia trayectoria, porque tiene todo. Es una obra maestra sustentada en profesionalismo y talento, dejando estupefacto a los espectadores. Un musical realizado por completo en España y que actualmente se está presentando en el Teatro Nuevo Apolo con su segunda temporada, recinto donde se estrenó hace más de un año para colmarse de elogios, y luego cubrirse de premios, reconocimientos y convertirse en el musical número uno de la crítica especializada.
Los causantes de todo este revuelo en las tablas, con esta historia basado en la novela de Noah Gordon, son Félix Amador que escribió el libreto y las letras, haciendo un trabajo excepcional; junto a Iván Macías, un genio en la composición y dirección musical, ambos han regalado un montaje que ha superado las expectativas y que es digno de exportar. Al magno proyecto se sumó José Luis Sixto en la dirección, quien es el artífice de fusionar todo este ingenio en las tablas, dándole una forma única. Anteriormente Amador y Macías habían trabajado en el musical Germinal, de Émile Zola, pero no tuvo éxito porque el libro no era conocido.
El público entra al Teatro Nuevo Apolo y se queda prendado del telón que cubre la boca del escenario, alrededor de éste se pueden leer infinidad de frases de diversos tamaños, que es un adelanto de lo que se oirá luego en el escenario. “Se sintió abrumado por un terror absoluto, soltó las manos del paciente y huyo”, se lee en las alturas. Desaparece la gran tela y comienza la gran fiesta teatral, el goce de la escenificación en su máximo esplendor. En el primer acto la puesta en escena juega con la plataforma giratoria del teatro que les permite ofrecer diversas perspectivas en las transiciones de los personajes y sus acciones. Junto a una música majestuosa, con toques épicos, y efectos especiales que completan la estampa.
La historia se ubica en Londres del siglo XI, donde el pequeño Rob J. Cole queda huérfano a muy temprana edad, y siendo apenas un niño se da cuenta que tiene el don de predecir la muerte. Lo acoge un cirujano barbero (Barber) como aprendiz, con quien recorre Inglaterra, descubre la vida y su pasión por la medicina. El trabajo realizado por el niño que interpreta a Rob es encantador, con su rostro lozano, lleno de ingenuidad, embelesa al público. De repente, en solo segundos, Rob se convierte en un hombre, un cambio maravilloso envuelto en la magia teatral. Un día conoce a un médico judío que le habla de una escuela en Persia, dirigida por Avicena, el mejor médico de la época. Desde ese momento su objetivo es llegar a ese lugar para aprender todo lo que necesita y convertirse en el mejor médico del mundo.
El elenco está encabezado por Daniel Diges y Gerónimo Rauch, quienes comparten el personaje de Rob J. Cole, ambos realizan una interpretación magistral, con voces que impresionan; con ellos Ana San Martín (Mary Cullen) quien hipnotiza con su descomunal registro vocal. En realidad, todo el reparto se llena de méritos, cuentan con un poderío vocal impresionante que erizar la piel con la pasión con la que interpretan cada uno de los temas en el escenario, junto a ellos destacan Alain Damas (Sha de Persia) y Joseán Moreno (Barber), que derrochan talento de altura.
Completan el reparto rostros conocidos de los musicales como son: Ricardo Truchado (como Avicena), Noemí Mazoy, Raúl Ortiz, Juan Delgado, Beltrán Iraburu, Fernando Samper, Álvaro Puertas, Alberto Aliaga, Eva Manjón, Héctor Otones, entre otros. Junto a ellos un ensamble de actores en escena que le dan vida a este sueño teatral. También se suma un elenco infantil que hace de las suyas en las tablas. Y para lograr todo este atractivo en escena se contó con la codirección y coreografía de Francesc Abós, la funcional escenografía de Alfons Flores, que se convierte en pueblo, luego se transforma en desierto y finalmente en el majestuoso palacio del gran rey Persa.
El vestuario también es impecable, tan acertado como estudiado, realizado por Lorenzo Caprile y los efectos de magia son de Jorge Blass, logrando escenas maravillosas que conquistan al público durante casi tres horas, sin dejarlo pestañear, el tiempo es imperceptible ante semejante trabajo. Por su parte, el trabajo de Rob es impecable, nos cautiva por completo, mientras hace todo lo posible por alcanzar su sueño, aunque tenga que recorrer toda Europa hasta llegar donde desea y poder “aprender y ayudar a las personas”. Una historia donde su “destino está escribo en las estrellas”.
A todo este derroche de talento se suma la orquesta con 20 músicos que hipnotizan a los presentes con cada una de sus notas, al ser ejecutados con precisión y emoción. Creando así la atmósfera perfecta para adentrarnos en el desierto con una caravana en la que Rob conoce a Mary, una bella escocesa de quien se enamora a primera vista. En Persia el joven se hace pasar por judío para poder estudiar, pronto se convierte en el alumno favorito de Avicena. Más tarde tendrá que luchar contra la peste, la guerra y el Sha de Persia, un rey déspota y caprichoso.
En el segundo acto seguirán las dunas del desierto antes las miradas de los espectadores, pero sobre estas montañas de arena se instalará el imponente palacio del Rey Sha, y a su vez, la escuela de medicina de Avicena. Todo va ocurriendo con el tiempo justo, pero sin dejar un suspiro por medio. Las melodías revolotean en la sala con la magnificencia con la que fueron creadas, para cautivar sin descanso. Es así como Rob aprende todo lo que necesita saber y se convierte en el gran médico que anhelaba. Y así como el protagonista cumplió sus sueños, también estos creadores han alcanzado los suyos, arriesgaron por este musical y se han cubierto de gloria.
El resultado es un musical cargado de emoción, satisfacción y regocijo. Porque “aprende o morirás… El tiempo vuela y todavía queda por aprender”, frases que reflejan que todavía nos queda mucho que aprender en la vida y que los sueños sí se hacen realidad. Sin lugar a dudas El Médico, el musical, es un excelente regalo de Navidad, un obsequio teatral que se aplaude sin cesar. ¡Enhorabuena equipazo!
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