‘El curioso incidente del perro a medianoche’, un montaje increíble, con un texto maravilloso, aleccionador y reflexivo.

Es la vida de Christopher Boone, un joven de 15 años que va a una escuela para estudiantes con necesidades especiales porque tiene asperger. Esta historia llega al Teatro Marquina de Madrid luego de haber conmocionado espectadores de otros países.

El texto es una adaptación de la novela del escritor británico Mark Haddon, y para el escenario madrileño contó con la adaptación de Simon Stephens, bajo la ingeniosa dirección de José Luis Arellano García, quien ofrece una puesta en escena brillante, interactiva, que acapara las miradas de los espectadores durante dos horas. La escenografía es de Gerardo Vera e iluminación Juanjo Llorens, trabajos mágicos para el montaje.

La pieza es un manjar teatral por completo. Pero un caso excepcional es el actor Álex Villazán, quien interpreta a Christopher, y para darle vida a este personaje se desdobla de una manera impresionante. Su trabajo en las tablas es visceral. Su entrega y preparación para asumir este reto es impecable, como resultado nos regala un adolescente asombroso. Ver como mantiene a este niño especial en las tablas es meritorio. Contárselo es poco, verlo es magistral.

Y es que Christopher es un joven inquietante. También sufre el síndrome del sabio con las matemáticas, tiene memoria fotográfica, es extremadamente observador y es patológicamente incapaz de decir mentiras. Sin embargo tiene dificultades para entender el comportamiento humano, las expresiones y las relaciones. Tiene una rata como mascota que se llama Toby y que cuida hasta con su vida.

Al joven también le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina, la noche en que el perro de la vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Así comienza la aventura.

Acompañan a Álex Villazán un elenco talentoso, que se divide y reparte por todo el escenario para representar cada vivencia del personaje de la manera más creativa y entretenida. Ellos son: Marcial Álvarez, Lara Grube, Mabel del Pozo, Carmen Mayordomo, Anabel Maurín, Boré Buika, Eugenio Villota, Alberto Frías y Eva Egido, quienes se divierten en escena al moverse entre luces led e imágenes que se proyectan alrededor del escenario.

Realmente un trabajo que te deja atónito, que te mueve el piso, al ver como ese joven con sus limitaciones está lleno de vida, de sueños, de logros y no se detienen ante nada, se enfrenta solo a lo que venga. Y de este modo aprenderá la mayor lección de su vida: que nada es imposible. Y para descubrir eso el público lo acompaña y entre   imágenes llenas de ternuras y momentos cargados de  sentimientos vivirán situaciones inesperadas, y es que la vida está para vivirla, con sus riegos y sus risas.

Cabe destacar que la novela ganó el premio Libro del Año Whtibread en el 2003, premio al Mejor primer libro para jóvenes lectores en el 2005 y en el 2004 el Premio para Escritores de la Commonwealth como mejor primer libro. No podía ser mejor premisa para el éxito teatral. El título de la novela es una cita a un comentario hecho por el detective de ficción Sherlock Holmes en el cuento Silver Blazede Sir Arthur Conan Doyle. Excelente obra. No se la pierdan.