‘De Caperucita a loba en solo seis tíos’ o cómo reírse de los «fracasos» amorosos
25/02/2019
Susana R. Sousa
Marta González de Vega: una agilidad escénica y una vis cómica envidiables
Marta González de Vega ha compartido escenario en ‘5mujeres.com’ con actrices de la talla de Yum Barrera, Pilar Bardém o Carmen Machi. Creó su propia serie de televisión en 2006 ‘Con dos tacones’, ha trabajado en afamados programas de televisión, como guionista y actriz, y ha escrito guiones de largometrajes. No es, desde luego, una recién llegada.
En 2015 publicó ‘De Caperucita a loba en solo seis tíos’, un libro de “autoayuda” con el que Marta pretendía aconsejar a sus amigas sobre sus relaciones con los hombres. Y como todo libro de auto-ayuda que se precie, también ayudó a su autora a sacar beneficio de los malos ratos. El éxito del libro permitió que el papel saltara a las tablas y, ya que Marta andaba por allí y estaba libre, decidió ser ella misma quien protagonizara la comedia. Y quién mejor.
Es cierto que cuando el público sabe que va a ver una comedia, está predispuesto a pasarlo bien y los hay que se ríen, incluso, antes de que aparezca el primer chiste. Sin embargo, cuando la carcajada se escucha de forma intermitente a lo largo de 90 minutos y al final del show el público aplaude y vitorea rabiosamente, no hay duda de que la interpretación ha calado.
La loba somos todas
Marta González de Vega, divertida y resuelta en escena, no solo es graciosa, sino que además tiene la osadía de usar algunos tópicos y clichés sin parecer Bertín Osborne. Ella misma dice varias veces a lo largo del monólogo que el show no es solo para mujeres, sino para todas las tendencias sexuales, ya que «cuando nos enamoramos todos somos patéticos». Sin embargo, el título da una pista de que, en realidad, es a las mujeres a quienes dirige sus pensamientos y consejos. Consejos que tienen que ver con sacudirse ciertas ideas preconcebidas sobre las relaciones, para lo cual recurre a algunas generalizaciones algo manidas pero que, narradas por ella, son muy divertidas.
Lo que se propone Marta, sin una pizca de drama, es que las mujeres dejemos de lado el autoengaño y empecemos a vivir los llamados “fracasos” amorosos de una forma más realista y menos dolorosa. Y, por encima de todo, cómica. La tradición que nos ha envuelto a las mujeres en ese manto invisible, pero férreo, del amor romántico y la obsesión de estar siempre pendientes de la aprobación de los demás, sobre todo de los hombres, es un negocio para los psiquiatras y un caldo de cultivo para cómicas y cómicos. La comedia, al fin y al cabo, va de eso, de reírse de las desgracias (ajenas y propias), y de éstas los humanos somos una fuente inagotable.
El monólogo está aderezado con música, descubrimos que Marta tiene una estupenda voz, y se proyectan vídeos en los que diferentes hombres (algunos de ellos cómicos conocidos) hacen el papel de un prototipo masculino. En el escenario, una mesa un perchero y una cama. Poco más necesita esta actriz para resolver una comedia en la que también aparecen unicornios, cervatillos, princesas de Disney y hasta hay un recuerdo para la gran Rocío Jurado. El texto, escrito también por Marta, es ingenioso, con momentos muy lúcidos en los que da miedo (y un poquito de vergüenza) reconocerse. Pero es que la única educación de género que hemos tenido hasta casi hoy día ha sido tan errada que la obra nos define a nuestro pesar.
Afortunadamente, desde hace un tiempo empiezan a tomarse en serio los estudios sobre género y feminismo y a aplicarse en algunas escuelas, por lo que confiamos en que en unos años se superen ciertos estereotipos dañinos. También en la comedia, para que no cese (la necesitamos) y evolucione de forma inteligente.
Pilar. Mar brisa
Sin duda alguna se merece lo mejor!!!!
No paras de reír ni un segundo, sintiéndote totalmente metida en el papel…
lo recomiendo porque es increíblemente divertido!!!!
Y Marta un amor de persona!!!!
jose carlos
Me fui antes de acabar. Pésima obra, monologo o lo que sea. No se dice nada positivo del hombre en toda la función. Escarnio absoluto. No hay bromas para uno u otro sexo. Somos para la monologuista unos déspotas impresentables. Si eres hombre no vayas. Si eres mujer y piensas que todos los hombres somos imbéciles o siempre pensamos en lo mismo, o has tenido algún encuentro negativo con algún hombre indeseable, que los hay, por supuesto, vete…
Eva
La función es estupenda. Es verdad que roza algunos tópicos, pero es un reflejo de las cosas que suceden entre hombres y mujeres. Y tal y como dice la crítica, la obra va dirigida, sobre todo, a nosotras, las mujeres, pero más que a odiar a los hombres (como apunta Jose Carlos en el comentario anterior), nos anima a tomarnos los fracasos sentimentales con humor. Y sí, desafortunadamente existen tipos como los que ella muestra en la obra, así de cruda es la realidad. No todos los tipos sois imbéciles, Jose Carlos, todas las personas lo somos en mayor o menor medida, no te piques, que voy a pensar que te has dado por aludido.
Gema
Muy divertida!! Increíble Marta… Gran descubrimiento… Totalmente recomendable.