‘Cyrano de Bergerac’ , amor, lealtad, humor y duelo de espadas
21/07/2018
Susana R. Sousa
Cyrano de Bergerac, un personaje intemporal de más de un siglo de existencia
Jose Luis Gil, uno de los actores más populares de la televisión y gran actor de rodaje, ha llevado a cabo un sueño que le rondaba desde niño: interpretar a Cyrano de Bergerac. Enamorado del personaje, no albergaba, sin embargo, esperanza alguna de interpretarlo algún día, pero como él mismo dice, la vida pasa y las circunstancias cambian y un día…
Este soldado poeta, este hombre orgulloso, enamorado y valiente, honesto y capaz de superar cualquier afrenta con la espada o con la palabra (sus dos grandes armas) es interpretado por Jose Luis Gil de forma brillante. No es su primer clásico, pero es posible que se convierta en uno de los más recordados. Habrá que dejar hablar al tiempo y la distancia.
Una versión de Carlota Pérez Reverte y Alberto Castrillo-Ferrer (“Ildebrando Biribó”), dirigida por el propio Ferrer, en la que no han escatimado detalle alguno: peluquería, maquillaje y vestuario excelentes. El equipo de esta obra supera la veintena, por lo que sería muy extenso nombrarlos a todos. Podemos destacar el diseño de luces de Nicolás Fitschel y la escenografía de Alejandro Andújar y Enric Planas, elementos fundamentales del montaje. Sobre el escenario nos encontramos una gran estructura de madera con puertas laterales con una parte superior que hace de balcón, azotea o mirador según la escena. Y una de las mejores allí sucede, en ese balcón enmarcado por enredaderas y flores. Bajo él, el joven Christian (Héctor González) y el enamorado Cyrano recitan su amor a la bella Roxana, que ignora la presencia de su primo lejano y del amor que éste le profesa escondido tras la belleza de Christian.
“Cyrano de Bergerac” se compone de un elenco valiente, como el propio Cyrano. Ana Ruiz está espléndida en su papel de Roxana, cambiando el registro según lo requiere la comedia que camina de manera natural hacia el drama final. También Rocío Calvo, con su desdoblamiento en varios personajes, es una gran elección. Su experiencia en teatro, cine y televisión avalan una interpretación que denota que estamos ante una actriz que no deja de formarse.
Una de las cosas que más curiosidad me suscitan cuando acudo al teatro es la reacción del público. Si hablamos de una obra clásica, como lo es Cyrano de Bergerac, una obra en verso del siglo XIX, mi curiosidad se dispara y el público no deja de sorprenderme. En esta ocasión, para bien. Algo más de dos horas de espectáculo que el honorable disfrutó y respetó en las butacas no demasiado cómodas de uno de los teatros más bellos de la capital, el Teatro Cofidís Alcázar, inaugurado en 1925 con la actuación de una opereta de Leopoldo Fall. La ovación final a todo el elenco, en especial a su protagonista, confirmaron mis sospechas: el público disfrutó.
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